Educación y Desarrollo, ¿después del 2015, en educación, qué? ¿Que tipo de Educación, Que tipo de Desarrollo?

Hace 12 años atrás la comunidad internacional se convocó en la ciudad de Dakar
(Senegal) motivados y preocupados por la situación de la Educación a nivel mundial y
la necesidad de asumir compromisos políticos y financieros para la ampliación del
derecho fundamental de acceso a una Educación de Calidad para todas y todos (EPT).
Liderados y animados por UNESCO, los países acordaron un Marco de Acción
destinado a viabilizar seis grandes objetivos que permitiesen (en su conjunto) dar
cumplimiento al 2015 de dichos objetivos, para las cuales se establecieron metas y
orientaciones de gastos a realizar por los diversos actores en dicha Reunión. Dakar en el
año 2000 significó de una manera invisibilizada la apuesta por un tipo de alianza entre
sector público, privado y sociedad civil, que sirviera de soporte para el inicio de este
proceso. Así como es momento de saber como están los objetivos de EPT. A tres años
de su termino, también es el momento para evaluar el modelo de cooperación
desarrollado a través de la Estrategia EPT e identificar las complejidades y aprendizajes
que han significado para la Sociedad Civil involucrarse en estos temas, ya sea a nivel
Mundial (CCNGO), Regional (CLADE) y Nacional (Foros nacionales) y entrar en
diálogos, negociaciones, acuerdos con Gobiernos, Agencias Internacionales de
Financiamiento, Empresa Privada.
El camino recorrido ha sido largo y complejo, los Informes de Avance que se elaboran
cada año por parte del grupo de monitoreo en UNESCO presentan datos y cifras desde
donde pueden desprenderse la dificultad que existe por alcanzar algunos objetivos el
2015. a pesar del sinnúmero de iniciativas y convergencias que se han dado entre
Gobiernos, Agencias de Cooperación y Sociedad Civil.
Nunca antes había existido un discurso tan consensuadamente generalizado en la
comunidad internacional en la necesidad de ampliar los derechos educativos de la
1 Oscar Jara H. (Costa Rica) y Edgardo Álvarez P. (Chile). Educadores. Miembros del Comité Ejecutivo
del Consejo de Educación Popular de America Latina y El Caribe (CEAAL)
población mundial. Pero, ¿Será posible dar cumplimiento de los objetivos de EPT?, si
bien hay avances significativos en zonas de nuestras regiones con relación a algún de
los objetivos EPT, hay claridad que un conjunto de metas no se alcanzarán.
Hoy cuando nos encontramos en las puertas del 2015, el Mundo, Latinoamérica y cada
uno de nuestros países nos presentan un escenario complejo y desafiante, con crecientes
movilizaciones sociales, con ciudadanías activas en torno a diversos campos de
reivindicación que han puesto de manifiesto el agotamiento de un modelo de desarrollo
y de un sistema político incapaz de representar los anhelos y demandas de vastos
sectores sociales de nuestra región. Estamos en un periodo de “calentamiento social”,
donde la lucha por la Educación para todas y todos ha evidenciado su carácter político y
hoy la discusión se expresa Manifestaciones callejeras, protestas y movilizaciones en
distintos países, poniendo en cuestión la viabilidad de las medidas tomadas hasta ahora.

Es un cuestionamiento de la ciudadanía no solo al “establishment” político nacional e
internacional, también un llamado de atención para la Sociedad civil que ha levantado
las banderas de la defensa de la Educación como un derecho. La dinámica social y de
movilización nacional que se vive en los países es intensa y sobrepasa las propuestas y
capacidades de la sociedad civil, generando distancias importantes entre la movilización
social y las instituciones de sociedad civil.

Las transformaciones políticas, sociales, económicas y culturales de nuestro continente2,
interpelan fuertemente a quienes se desenvuelven y trabajan en los temas del derecho a
la educación y los objetivos de EPT. Es una interpelación que apunta al carácter de
nuestras coordinaciones, a la viabilidad de nuestras redes, al sentido y utilidad de
nuestras actuales plataformas de trabajo y finalmente, abriendo un conjunto de
preguntas e interrogantes hacia nuestros principios, mandatos y formas de organización.
Se trata sin duda, de la pregunta por nuestros sentidos como Redes y como nos
definimos para el nuevo periodo. En la actualidad, el desafío es leer y comprender la
realidad de las democracias latinoamericanas y cuestionar sus graves deficiencias en el
campo económico y social.
2 Ver Texto: “Documento hacia la VIII Asamblea y Programa”. Comité Directivo CEAAL (Versión
Marzo 2012)

En este contexto, adquiere relevancia el debate por el tipo de desarrollo y tipo de
educación que sostienen las reflexiones y propuestas de las acciones que desarrollamos.
En otras palabras, relevar la Dimensión Política de los Objetivos de la Educación de
Calidad para todos y todas, de caracterizar la concepción de desarrollo y de educación
que hay detrás de EPT para el 2015. Los procesos de cambios que se suscitan nos
exigen posicionamientos políticos y propuestas que los sistemas políticos no están
entregando, respuestas que superen categorías tradicionales, obsoletas, occidentalizadas
y neocolonialista para dilucidar con otras ópticas los momentos de cambios de nuestra
región.

En esta dirección, un interesante aporte a esta discusión viene del mundo de la
Educación Popular. Ese mundo que inspirado en propuestas de Paulo Freire y otros
educadores latinoamericanos (Falls Borda, de Sousa..), nos hacen pensar en que es
posible “otra” educación, como proceso permanente de creación, aprendizaje y
constitución de capacidades personales y colectivas de transformación. Una educación
liberadora y transformadora. Por ejemplo, Alfonso Torres lo plantea cuando se pregunta
acerca del sujeto de la Educación Popular3 y específicamente citando a Marco Raúl
Mejia que plantea que la educación popular debe tener en cuenta “el nivel de desarrollo
subjetivo en el que se encuentra el grupo con el que se va a trabajar”, para poder incidir
en 6 ámbitos de actuación de “los participantes de las actividades de educación
popular” (Mejía, 2009: 47):
- Procesos de individuación
- Procesos de socialización
- Procesos de vinculación a lo público
- Participación en movimientos
- Participación en proyectos políticos de gobierno
- Participación en lo masivo

Este marco que entrega un contexto de comprensión de los procesos educativos permite
un abordaje e interpretación crítica y propositiva de los seis objetivos de la educación de
3 “El potencial emancipatorio de la Educación Popular, como practica política y pedagógica”. Alfonso
Torres. Marzo 2012.
Calidad para todos y todas. Entendiendo que este despliegue no es lineal, sino mas bien
dinámico y transversal, cabe preguntarse cuales son los desafíos actuales de la
Educación y como desde esta perspectiva se construye un modelo de desarrollo. Tratar
de enfocar la discusión en el Proyecto Político conlleva a caracterizar el papel que ha
jugado la Sociedad Civil en este esfuerzo y a realizar una revisión del itinerario político
que ha recorrido nuestra región en los últimos treinta años. Sugiere que la discusión
vuelva a caracterizar estos procesos políticos, colocando al centro de los debates el tema
de la Educación y Democracia.

Pareciera ser que en los últimos años, en muchos lugares, la discusión por el
posicionamiento político de la Sociedad Civil gira exclusivamente en torno a definir un
rol de alianza u oposición con el gobierno de turno (según éste calce o no con el
concepto de “emergente” o “progresista”), definición que supone dirigir las energías de
la red hacia esa función política. Se comprende que este ímpetu tiene sus raíces en las
profundas frustraciones que década tras década hemos acumulado al ser testigos de la
reproducción de las injusticias sociales, del abuso del poder y de la emergencia de un
sentido común que parecía naturalizar estas dinámicas sociales. El surgimiento de
proyectos políticos que prometen transformaciones y sugieren un compromiso con la
democracia y los derechos humanos (en especial, la defensa de la educación pública),
despiertan entusiasmo. Sin embargo, la historia nos sigue mostrando que la sociedad
civil necesita, por definición, erigir un lugar y un rol propio que no se desdibuja al
decidir alianzas coyunturales o históricas con determinados proyectos políticos, en
particular de los gobiernos de turno. Ese lugar de autonomía pareciera estar
desdibujado en la definición política, constituye, tal vez el principal desafío pensando
de cara al futuro. Urge, en este sentido, ser capaces de re-construir la definición política
de nuestras redes, plataformas, foros, que sea reconstruida por principios de afirmación
y no de negación (mas en relación a los sujetos sociales históricamente marginados que
de los gobiernos en si); es decir, que sea la sociedad civil quien se dé a si misma un
contenido que levanta su visión y propuesta acerca de cómo pueden o deben organizarse
los procesos políticos (en cualquier orden y nivel).

El riesgo de no ser capaces de construir estos contenidos, es que el “locus” de definición
siempre será exógeno. La coyuntura nos instalaría los parámetros para definir nuestras
posturas y acciones políticas. Si bien esto siempre debe ser así, se trata de definiciones
que brotan de parámetros propios y de lectura objetiva y profunda de lo que acontece en
la cosmogonía Latinoamericana y mundial.

La discusión acerca del tipo de desarrollo y de educación que requerimos, tensiona e
invita a redefinir la relación y concatenación de lo social y lo político y como este
escenario también redefine el concepto de sociedad civil y como nos interpretamos en
este aspecto. Resituar supone reorganización observando las dinámicas y desarrollo de
los Movimientos Sociales y contextualizarlo a cada realidad nacional. En este sentido,
respetar los análisis y diagnósticos que se desde las propias realidades.

Una aproximación a una buena manera de hacer una autocrítica, es ubicarnos dentro de
las discusiones políticas que nos hemos venido dando en estos años, que no se pueden
expresar de manera monolítica y evidencia la diversidad del colectivo de organizaciones
que formamos parte de redes, foros, coordinaciones, etc. Han sido procesos diversos
más que amplios y que en muchos casos se hicieron desde miradas y marcos
conceptuales más complejos que los de los años 60 y 70.

Pareciera ser necesario profundizar en el debate sobre Desarrollo y educación y desde
esta perspectiva leer los objetivos mundiales de EPT, su relación con el mundo popular,
sus actores sociales y políticos; así, también, sobre su rol en la necesaria articulación de
lo social y lo político en su práctica, así como en la propia educación popular y su
sentido estratégico emancipador en el contexto actual, incorporando y problematizando
su relación con nuevos marcos conceptuales y epistémicos. También es importante
analizar de manera crítica el proceso desde la perspectiva de la tensión entre la
autonomía y la integración, transformación y funcionalidad política, en lo referido a sus
prácticas sociales, alianzas institucionales..

La discusión apunta a que significa hacer educación en el siglo XXI, en los actuales
contextos políticos y en sus desafíos. Cuando se restringen las libertades democráticas
alcanzadas con luchas sociales de larga data. Cuando la imposición de medidas
económicas de “ajuste” en los países del Norte, copian recetas fracasadas utilizadas en
países del Sur en décadas anteriores. Cuando una Educación Pública, de calidad y
gratuita ya debería ser un derecho universal y sin embargo, se llevan a cabo políticas
claramente involutivas al respecto. Una discusión que nos permita enfrentar una
Educación en que la diversidad de sus contenidos y expresiones no relativice su esencia
político pedagógico y su sentido crítico y emancipador. En definitiva, abrir las
preguntas y las dudas en perspectiva critica, para que de esta forma tengamos respuestas
al momento d
e enfrentar ¿después del 2015, en Educación, qué?.